Al precipicio llamado
Adiós quiero decir
sin temor
Adiós
Como un zumbido que nos entra
y ya sin lágrimas
Grita y salta en nuestras entrañas
No es tristeza
llorar a la nostalgia
tal vez un punto en este infinito
No es ver
sentir que algo de nosotros fue
Presagio
es mi mente
como un corazón ya no llamar
ni herirnos
Porque tenernos entre brazos
es un precipicio hallado
y puede que nunca termine
y puede que el querer
ya no halle en esta ecuación su dominio
Puede
que el dolor no se gire
y que inmóvil
Puede
ya
puede